Unión

Perdemos nuestros límites.
Los cuerpos se confunden.

En la unidad disfrutamos
el placer del contacto sin agobiar.

Entretejidas profundizamos
en el sentimiento del roce mutuo.

Nuestras cuerpos dialogan, deslizan.
Navegando con intensa sensibilidad.

Las piezas se acomodan
cual engranaje.

Se percibe la humedad
de la piel, su aroma.

Los sentidos se exaltan,
juegan, hasta cerrar
con el abrazo de corazón
a corazón.

Se extingue la melodía.
El vínculo permanece.


Graciela García Durán, 
Facilitadora de Biodanza